Jon Arnold - @ArnoldcommaJon
HOUSTON — Los hinchas recibieron a los buses del equipo con bengalas y cánticos. La carne humeaba en la parrilla. Dondequiera que miraras, los aficionados vestían la brillante camiseta amarilla de Tigres o las rayas azules y blancas de Rayados. El martes por la noche, Houston era el Norte de Monterrey.
Eso no es nada nuevo. La ciudad del sur de Texas se encuentra a menos de 500 millas de Monterrey, y la pasión por los dos equipos de primera división de Nuevo León se extiende mucho más allá del Río Grande. Sin embargo, no todos los días llega un Clásico Regio a la ciudad.
De hecho, había pasado más de una década desde el último encuentro de los rivales fuera de Monterrey, un duelo de Superliga en 2010 en el Estadio Robertson, y aún más tiempo desde que se enfrentaron en un partido de eliminación directa en Estados Unidos. Por eso, la disputa de los octavos de final de esta Leagues Cup en Houston era tan importante para los aficionados de ambos clubes.
"Houston es la ciudad más apasionada por estos equipos fuera de Monterrey. Un partido oficial significa mucho para nosotros. Leagues Cup lo sabía porque lo trajeron aquí", dijo Oziel Madrigal, un acérrimo aficionado de los Rayados que ha vivido en Houston toda su vida y apoya al Monterrey por lazos familiares. "No lo pusieron en Dallas o Austin, sino en Houston porque aquí hay muchos regios. Mucha gente que apoya a Rayados, mucha gente que apoya a Tigres".
Así lo demostraron las más de 20,000 personas que llenaron el Shell Energy Stadium. Los grupos de aficionados de cada equipo se situaron en los extremos opuestos, ondeando banderas y animando a sus equipos en un partido reñido que terminó con la victoria de Rayados por 1-0 gracias a un penal ejecutado en los últimos minutos por el fichaje de verano Sergio Canales.
Más del 20% de la población de Houston es mexicana o tiene raíces en México, según estadísticas del gobierno mexicano, y la colaboración política y económica entre Monterrey y Houston va en aumento. En marzo de 2022, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, visitó Monterrey en la primera misión comercial internacional desde la pandemia. Un mes después recibió al gobernador de Nuevo León, Samuel García. Los líderes políticos firmaron un Memorando de Entendimiento para reforzar los lazos existentes entre Houston y Monterrey.
Ahora los equipos de fútbol de la región intentan hacer lo mismo. Tigres organizó una serie de eventos previos al partido del martes, llevando el reciente trofeo de campeón de la Liga MX al bar local donde la sección de Tigres del grupo de seguidores Libres y Lokos se reúne para ver los partidos. El ex jugador Hugo Ayala firmó autógrafos con los aficionados en el estadio, mientras que la mascota de los Tigres se dedicó a interactuar y tomarse fotos con los aficionados.
Carlos Valenzuela, Vicepresidente de Operaciones y Mercadotecnia de Tigres, destacó "Marca y Comunidad" como uno de los seis pilares estratégicos del club, con el objetivo de ser uno de los tres clubes mexicanos preferidos tanto en México como en Estados Unidos como parte de la motivación detrás de los esfuerzos.
"Con ese pilar, intentamos jugar entre cuatro y seis partidos al año en Estados Unidos. El mercado de Texas es obviamente uno de nuestros mercados más importantes", dijo Valenzuela. "También intentamos realizar actividades de impacto social con amigos de Texas, como los Houston Texans. Trabajamos con el Houston Dash y el Houston Dynamo. Tratamos de llevar un poco de las cosas que nos hacen sentir orgullosos en Monterrey a Texas para que la comunidad se sienta orgullosa de ser mexicanos y de ser aficionados de Tigres."
Debany Salinas vive en Houston desde hace 24 años, pero nació en San Nicolás de los Garza, la ciudad regiomontana donde se encuentra El Volcán, el histórico estadio de Tigres. Ella y su familia están notando los esfuerzos del club por conectarse más con la afición de Houston y otras partes de Estados Unidos.
"Está súper padre. Siempre hemos venido a apoyarlos y hacemos lo mismo cuando vamos a Monterrey", dijo. "La afición sigue creciendo y se siente bonito que nos presten atención".
Ambos clubes lanzaron este verano cuentas en inglés en las redes sociales, tratando de conectar mejor con los aficionados más jóvenes, que pueden hablar español pero prefieren consumir las publicaciones de las redes sociales en inglés. Y antes de que se celebrara el partido eliminatorio de Leagues Cup, los equipos anunciaron un partido amistoso en Houston a finales de este año, que entonces se creía que sería el primer Clásico Regio que tendría lugar en Estados Unidos en más de una década.
"Para nosotros, Houston es una ciudad muy importante. Es la segunda ciudad con más aficionados a nuestro club", dijo Pedro Esquivel, Vicepresidente Ejecutivo del Monterrey. "Estamos tratando de hacer llegar nuestra marca a nuestros aficionados, que vengan mucho más a Houston, pero también estamos haciendo eventos con leyendas y lanzamos una campaña en inglés para llegar a la segunda y tercera generación. Haremos cosas en torno al merchandising y haremos más cosas con nuestros aficionados, incluso llevaremos a algunos de ellos a Monterrey."
Es una iniciativa que entusiasmará a los apasionados aficionados de La Adicción y a otros seguidores de los Rayados en Houston, pero el martes parecía innecesario viajar a Monterrey. Con los equipos en la cancha compitiendo por un lugar en los cuartos de final, los aficionados cantando lo más fuerte posible, parecía que toda la acción, la fiesta más grande para un Clásico Regio que se pudiera imaginar ya estaba en Texas.