Lo que está en juego en el partido del sábado en Subaru Park es evidente. El tercer puesto y la plaza en la Copa de Campeones de la Concacaf que conlleva dependen del equipo ganador. Sin embargo, incluso con ese premio en el horizonte, no se puede obviar el hecho de que tanto Philadelphia Union como CF Monterrey preferirían haber jugado en el último partido del sábado, luchando por el título de Leagues Cup.
Aun así, es un partido que cada equipo se tomará como uno que quiere ganar, otro choque en el que está en juego el orgullo y en el que el espíritu competitivo estará a flor de piel.
"Es complicado. Jugar ahora un partido por el tercer puesto es desalentador, ¿verdad? Pero tenemos que encontrar la manera porque hay un puesto en la Champions [Copa] en juego", dijo el entrenador del Philadelphia Union, Jim Curtin, el martes después de la derrota del club por 4-1 ante Inter Miami. "Sé que nuestros jugadores todavía quieren ganar y terminar de la manera correcta. Queremos ganar más que nada. Sé que nuestros aficionados lo saben y lo entienden. Cuarenta y siete equipos participaron en esta competición, estamos entre los cuatro mejores y queremos terminar lo mejor que podamos ahora mismo, que es el tercer puesto."
El cálculo puede ser un poco diferente para el colega de Curtin, Fernando Ortiz. El técnico del Monterrey sabe que su equipo ya tiene un puesto en la Copa de Campeones de la Concacaf gracias a su actuación en la Liga MX. Los sueños de levantar el trofeo y ganar el lugar automático en los octavos de final de la CCC que viene con él se vieron frustrados por una derrota por 2-0 en semifinales ante Nashville SC.
Así que, si Rayados se coronara en la Unión, realmente estaría haciendo una buena obra para sus hermanos de la Liga MX. El lugar sería para el mejor equipo que no haya calificado a la Liguilla, de acuerdo a su récord en el Apertura y Clausura, y el Club León espera que sus rivales de la Liga MX le hagan un gran favor.
Ahora, después de un torneo en el que Rayados exploró gran parte del oeste de Estados Unidos, el equipo se dirige al noreste aún en busca de un resultado.
Ortiz aseguró que su equipo afrontará el partido "de la misma manera que hemos venido afrontando los partidos: Con seriedad". Pero también permitió que pudiera ser un partido en el que algunas de sus estrellas en ascenso pudieran recibir una mayor dosis de competición internacional.
El delantero Alí Ávila, de 19 años, ya ha debutado en Leagues Cup, contribuyendo tanto en la victoria por 1-0 en octavos de final contra su rival Tigres como en la remontada por 3-2 en cuartos contra LAFC. Su compañero de ataque Víctor López, de 20 años, también está en línea para tener más minutos.
The Union tiene su propia generación de jugadores jóvenes, entre ellos los ex sub-20 estadounidenses Jack McGlynn y Quinn Sullivan, que han tenido minutos en este torneo, como suelen tenerlos en los partidos de liga. Aun así, con la oportunidad de volver a la competición de la Concacaf después de llegar a las semifinales en la Liga de Campeones de la Concacaf 2021, ganada finalmente por el Monterrey, The Union pondrá en el campo al equipo más fuerte que pueda.
"Es una situación y un escenario únicos, pero queremos ganar el último partido. Así es como son nuestros jugadores", afirmó Curtin.
Leagues Cup ha demostrado que, al parecer, así es como se comportan todos los competidores, ya que casi todos los equipos norteamericanos han demostrado que no se rendirán sin luchar. Ese fue el caso de Rayados, que hasta caer ante Nashville era el único equipo en el torneo que no sólo no había conocido la derrota, sino que ni siquiera había sido llevado a la tanda de penales. The Union consiguió un par de victorias en la tanda de penales en sus dos primeros partidos eliminatorios antes de vencer al Querétaro y caer ante el Miami.
Ambos equipos tenían sus ojos puestos en un premio mayor, pero ahora dirigirán su atención y su espíritu competitivo hacia un último partido de Leagues Cup, con importantes implicaciones para 2024 y más allá.
